
Siempre afirmé que está muy bien eso de experimentar, porque expande la mente, enriquece el espíritu, favorece la circulación, abre el apetito, ayuda a evacuar y lubrica los genitales. Pero también hay que entender que la experimentación es un riesgo, y como tal, se debe efectuar con cuidado, so pena de perderlo todo en el intento, y que la sangre se espese, los oídos se llenen de copioso betún industrial, el cerebro se comprima y los huesos se vuelvan quebradizos, porque si éstos son “los efectos del 333”, ni quiero imaginar lo que podrían ser los del “666”. (El doble, claro. ¡Qué tonto!)
Los Black Rebel Motorcycle Club realizaron dos notables álbumes primales que recuerdan mucho a los primeros Jesus & Mary Chain, Ride, algo de The Doors, My Bloody Valentine o The Stooges, abundantes en pasturas garageras y sicodélicas, virando el sonido a propuestas más bluseras y folk en su tercer intento. Su cuarta entrega promedió los conceptos de las tres predecesoras, dibujando un interesante folk rock con sabias dosis de distorsión. No sé si es factible considerar esta obra de 2008 como la quinta de este valioso trío de San Francisco, siendo que se trata de un intento de emular a Lou Reed, generando su propio “Metal machine music”, lo que ya es decir mucho en materia de irritación.
“The effects of 333” fue editado en forma independiente, con el único auspicio del blog de My Space del grupo, y se puede adquirir únicamente por la vía del download. ¡Y vaya si tiene lógica esto!
El disco desconcierta, turba, altera, trastorna, inquieta y aturde las cadenas de ADN de cualquier mamífero racional, dejándolo postrado por varias horas hasta descubrir el porqué de tanto martirio al divino botón. Pero no crean que este desconcertante trabajo se trata sólo de acoples y absoluto ruido, pues existen al menos dos números con guitarras sonando, pese a que éstas desaparecen pronto. ¿Y la música? Olvídense, porque no la hay, ya que todo el resto del material que nos ofrecen Been, Hayes y Shapiro es puro garabato abstracto de shit ambient y noise continuo, sin una molécula de ritmo o estructura armónica. Agregado a esto, hay naves espaciales que despegan todo el tiempo, radios mal sintonizadas, y clara intención de crispar al oyente; por carácter transitivo, un atentado al propio sello discográfico Abstract Dragon.
Esto es algo común en artistas auténticos de ese estilo, pero para una banda de indie-rock constituye toda una peripecia suicida. Es que el resultado final es demasiado árido como para no desear que aparezca en medio del desierto al menos medio acorde de algún track de “Howl” para paliar este embauque metasonoro.
Asimismo resulta desaconsejable una escucha de este álbum en estado canábico, puesto que se comerán el peor viaje de sus vidas. Percibirán imágenes angustiantes de ambulancias estrepitosas, barbas de choclo disecadas, ciénagas con papel picado, calvicies prematuras, pantallas azules, hormigón azucarado, frutas de estación, vía muerta, calle con asfalto siempre destrozado, tren de carga, el humo y el hollín están por todos lados, hoy llovió y todavía está nublado. Amén de otras tantas gansadas que me niego a relatar, pues la mayoría de mis lectores de Fotolog o Facebook no gastan ni un triste minuto de sus atareadas vidas en examinar estas líneas. ¿Quieren hacer la comprobación? Pues bien, los que realmente leyeron esto, citen en su comentario la palabra “moco”. Verán cuántos lo hacen…
Para ellos, las aves de paso, va esta especial noción del disco: Без всяких сомнений, одной из ключевых фигур 2008 года в музыке стал Трент Резнор. Правда, прежде всего запомнилась даже не музыка, а невероятная активность и продуктивность лидер, выпустившего в течении короткого периода времени сразу альбома. Причём первый из них инструментальные экзерсисы аж в частях. Возможно, Резнор открыл ящик Пандоры и теперь каждый музыкант сочтёт своим долгом выпустить свои студийные эксперименты, на которые никогда не позарились бы рекорд-лейблы. “The effects of 333” – это инструментальных эмбиент-вещей, в которых невозможно опознать гитарных героев BRMC.
A los fans de esta agrupación les prevengo que para disfrutar de este fastidio deben quitarse sus acostumbradas vestimentas de bluejeans, camisas negras y camperas de cuero, para reemplazarlas por trajes de polipropileno naranja, con algún toque de plumas de avestruz y apliques de bronce con cuero de antílope previamente ametrallado.
Además, sería bueno que se enteren estos chicos californianos que si queremos escuchar ambient vamos a ir a las propias fuentes del género, es decir, a The KLF, Pan Sonic o Pierre Schaeffer, pero sobre todo a lo mejor de Aphex Twin o el “Absynthe”, de Naked City. ¡Nunca a estos principiantes de ocasión!
n
Síntesis: Hay mucha gente en estos días por la calle usando barbijo. Si amás este disco es porque sos de los que interpretan que le están haciendo un homenaje al finado de Michael Jackson.
Los Black Rebel Motorcycle Club realizaron dos notables álbumes primales que recuerdan mucho a los primeros Jesus & Mary Chain, Ride, algo de The Doors, My Bloody Valentine o The Stooges, abundantes en pasturas garageras y sicodélicas, virando el sonido a propuestas más bluseras y folk en su tercer intento. Su cuarta entrega promedió los conceptos de las tres predecesoras, dibujando un interesante folk rock con sabias dosis de distorsión. No sé si es factible considerar esta obra de 2008 como la quinta de este valioso trío de San Francisco, siendo que se trata de un intento de emular a Lou Reed, generando su propio “Metal machine music”, lo que ya es decir mucho en materia de irritación.
“The effects of 333” fue editado en forma independiente, con el único auspicio del blog de My Space del grupo, y se puede adquirir únicamente por la vía del download. ¡Y vaya si tiene lógica esto!
El disco desconcierta, turba, altera, trastorna, inquieta y aturde las cadenas de ADN de cualquier mamífero racional, dejándolo postrado por varias horas hasta descubrir el porqué de tanto martirio al divino botón. Pero no crean que este desconcertante trabajo se trata sólo de acoples y absoluto ruido, pues existen al menos dos números con guitarras sonando, pese a que éstas desaparecen pronto. ¿Y la música? Olvídense, porque no la hay, ya que todo el resto del material que nos ofrecen Been, Hayes y Shapiro es puro garabato abstracto de shit ambient y noise continuo, sin una molécula de ritmo o estructura armónica. Agregado a esto, hay naves espaciales que despegan todo el tiempo, radios mal sintonizadas, y clara intención de crispar al oyente; por carácter transitivo, un atentado al propio sello discográfico Abstract Dragon.
Esto es algo común en artistas auténticos de ese estilo, pero para una banda de indie-rock constituye toda una peripecia suicida. Es que el resultado final es demasiado árido como para no desear que aparezca en medio del desierto al menos medio acorde de algún track de “Howl” para paliar este embauque metasonoro.
Asimismo resulta desaconsejable una escucha de este álbum en estado canábico, puesto que se comerán el peor viaje de sus vidas. Percibirán imágenes angustiantes de ambulancias estrepitosas, barbas de choclo disecadas, ciénagas con papel picado, calvicies prematuras, pantallas azules, hormigón azucarado, frutas de estación, vía muerta, calle con asfalto siempre destrozado, tren de carga, el humo y el hollín están por todos lados, hoy llovió y todavía está nublado. Amén de otras tantas gansadas que me niego a relatar, pues la mayoría de mis lectores de Fotolog o Facebook no gastan ni un triste minuto de sus atareadas vidas en examinar estas líneas. ¿Quieren hacer la comprobación? Pues bien, los que realmente leyeron esto, citen en su comentario la palabra “moco”. Verán cuántos lo hacen…
Para ellos, las aves de paso, va esta especial noción del disco: Без всяких сомнений, одной из ключевых фигур 2008 года в музыке стал Трент Резнор. Правда, прежде всего запомнилась даже не музыка, а невероятная активность и продуктивность лидер, выпустившего в течении короткого периода времени сразу альбома. Причём первый из них инструментальные экзерсисы аж в частях. Возможно, Резнор открыл ящик Пандоры и теперь каждый музыкант сочтёт своим долгом выпустить свои студийные эксперименты, на которые никогда не позарились бы рекорд-лейблы. “The effects of 333” – это инструментальных эмбиент-вещей, в которых невозможно опознать гитарных героев BRMC.
A los fans de esta agrupación les prevengo que para disfrutar de este fastidio deben quitarse sus acostumbradas vestimentas de bluejeans, camisas negras y camperas de cuero, para reemplazarlas por trajes de polipropileno naranja, con algún toque de plumas de avestruz y apliques de bronce con cuero de antílope previamente ametrallado.
Además, sería bueno que se enteren estos chicos californianos que si queremos escuchar ambient vamos a ir a las propias fuentes del género, es decir, a The KLF, Pan Sonic o Pierre Schaeffer, pero sobre todo a lo mejor de Aphex Twin o el “Absynthe”, de Naked City. ¡Nunca a estos principiantes de ocasión!
n
Síntesis: Hay mucha gente en estos días por la calle usando barbijo. Si amás este disco es porque sos de los que interpretan que le están haciendo un homenaje al finado de Michael Jackson.
g
No existe ningún video en You Tube acerca de este disco. Menos mal...
OTROS EJEMPLARES DEL MISMO TENOR: no hay.
ANTIDOTO: "B.R.M.C." (2001).