
Estoy buscando concentrarme. Lograr el equilibrio. Recuperar el tiempo perdido. Encontrar la perfección. Repaso las lecciones que aprendí hace tiempo del maestro Miyagi…
“Encerar, quitar cera, encerar, quitar cera… Izquierda en círculo, derecha en círculo, izquierda en círculo, derecha en círculo… Pintar la cerca, lijar el piso, pintar la cerca, lijar el piso…”
Por un pequeño instante me siento relajado. Nada me perturba. Nada me distrae. Nada me…
NO, ES INUTIL. ¡NO PUEDO DEJAR DE PENSAR QUE TENGO QUE ESCRIBIR EL COMENTARIO DE UNO DE LOS MAS OLVIDABLES E INNECESARIOS DISCOS DE LA HISTORIA DE LA MUSICA, GRABADO, PARADOJICAMENTE, POR UNO DE LOS MAS DESTACADOS E IMPRESCINDIBLES ARTISTAS DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD!
“Encerar, quitar cera, encerar, quitar cera…” Mmmm. “Izquierda en círculo…” OK, BASTA. ¡NO DA PARA MAS! Voy a abandonar. Si, voy a abandonar. Y es por haber tenido el inmenso displacer de escuchar el disco “Francesco Zappa”, del genial Frank Zappa, y éste es un recuerdo que vuelve a mi mente una y otra vez. Porque un periodista, que padece mal gusto crónico, me dijo que era especial para el relax y la concentración. Yo creo que mi visión de ese vinilo seccionando la cabeza del periodista es algo más relajante que su visión de la funcionalidad de esos soniditos.
.
Una discografía enorme y riquísima como la de Zappa -todos los saben-, pocas veces ha sido manchada por el sinsabor, pero cuando ha tenido que caer, se ha desplomado como un ramillete de yunques. Tal es el caso de este álbum tan atípico en la carrera de Frank; y es que acá no van a encontrar rock, ni jazz, ni progresiva, ni parodia, ni nada por el estilo. Es, de creer o no, vulgar música de cámara de finales del siglo XVIII, compuesta por un mediocre y ordinario compositor italiano de corte, que tuvo la “suerte” de ser rescatado del olvido absoluto únicamente por llamarse igual que nuestro héroe, y que -se sabe-, trabajaba sólo por dinero y no por amor a la música, de ahí que sus andantes farsantes, allegros suegros, minuetos escuetos y prestos indigestos sean tan repetitivos y planos. Los mismos son interpretados en este disco por su tocayo, utilizando un risueño sintetizador llamado ‘synclavier’. Lo que no termino de entender es porqué puso Frank tanto tiempo y esfuerzo en rescatar la obra de un compositor que no tuvo ninguna relevancia, más allá de ser su homónimo.
¿ACASO FUE UN MAL CHISTE DE ZAPPA? O tal vez alguien le susurró: “Oye, Frank. ¿Sabes? Me comentaron que hubo un músico italiano en 1780 que se llamaba igual que tú. Deberías hacer algo, ¿no lo crees?” El tema es que... ¡NO DEBIO HACER NADA!
.
Hay muchos ‘peros’ y advertencias para quienes tengan la osadía de acercarse a este disco tan aburrido, y a la vez tan irritante, pues el sonido de este sintetizador queda muy desfasado de la pureza que se consigue hoy en día. En la actualidad podríamos 'samplear' desde una orquesta entera hasta el sonido de un escape de ciclomotor, pero en 1984, evidentemente esa tecnología estaba aún en pañales, de ahí que todo suene aséptico hasta la intolerancia, y que remita a aquellos tecladitos que regalan muchos papás para Reyes, o algún tío trasnochado para el Día del Niño, y que terminan inexorablemente en un baúl.
No hay ninguna experimentación en este “Francesco Zappa”. Tampoco riesgo creativo o humor alguno. ¿Y qué es un disco de Frank Zappa sin esas características? UNA PERDIDA TOTAL DE TIEMPO. ¿Alguna duda?
n
En conclusión: Si este disco está en tu casa es porque tu papá es dentista. Algún fan de Zappa, que quiso sacárselo de encima, le había sugerido usarlo como música funcional para el consultorio, pero jamás cumplió tal fin. Todavía se conserva, sin usar, en tu discoteca familiar, plagada de vinilos al estilo de Lafayette, al lado de un lustroso grandes éxitos de Waldo de los Ríos. Ahora corré y robá el álbum. Derretilo y hacete un cenicero. Tranquilo. Él no se va a dar cuenta y vos estarás satisfecho por haber realizado al menos un acto positivo en lo que va del año. Y se te verá muy contento... Más contento que yo, que estuve como tres horas encerando y quitando la cera de un mueble que sólo le gusta a mi suegra.
g
Pasé varias semanas buscando algún video del disco "Francesco Zappa" y no encontré absolutamente nada. Pero, para no defraudar a la distinguida clientela, les presento este trailer de la película "Karate kid", que seguro hará las delicias de los lectores. Basura por basura: estamos a mano.
OTRO EJEMPLAR DEL MISMO TENOR: "Thing-fish" (1984)
ANTIDOTO: "Hot rats" (1969)