The Rock and Roll Hall of Shame

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16/5/08

R.E.M. - Around the sun


A lo largo de la existencia de este sitio, me he topado con la obligación de denunciar varios insultos al buen gusto, y soportar nutridas faltas de respeto al decoro artístico, mas no es éste el caso, ni mucho menos, pues aquellos ejemplos al menos me producían ira, disgusto, o alguna reacción en concreto, y éste disco no me mueve un pelo. Y pueden confiar en mi palabra, pues soy un auténtico pelado asumido, que entiende de sobra lo que significa no poseer la cualidad de menear una larga cabellera al viento.

Por lo tanto, se hace harto difícil elaborar una crítica de “Around the sun”, el 13º álbum de la archifamosa ex-banda alternativa de Georgia, sin… sin… sin que uno… Uuuuaaaaaaaaaa… ñam.. ñam... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz… ñam… ñam…
Zzzzzzzzzzzzzzzzzggggrrrrrroooooaaaaaarrrrrrrrzzzzzzzzzzzzzzzzzzz…Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzñamzzzzzzzzzzzñamzzzzzzzzzzzpupzzzzzzzzz…

(Tres horas más tarde…)

Uuuuaaaaaa… Disculpen este lapsus. Permítanme declarar a este álbum “somnífero eficaz de la década”, así como banda sonora perfecta para señales tan inquietantes como el Gourmet Channel.
Los contenidos políticos de Michael Stipe pasan desapercibidos en la modorra generalizada de este trabajo durmiente, cual tsunami devastador, a través de un vibrante noticiero en una TV apagada. Decía Stipe, por ejemplo, en aquellos días de 2004: “En estos tiempos, como americano, creo que debo ser el pacifista más enfadado, pero sé que no soy el único que se siente así.”
En fin. Todos nos sentimos igual, Michael, pero con respecto a tu disco, producido luego de que vos, Peter Buck, Mike Mills, Bill Berry y una máquina de ritmo ingirieran seis toneladas de opio líquido concentrado, para concebir ALGO MÁS que puros arrullos acústicos y pianísticos, demasiado lentos y por demás de relajados, conducidos, en una primera instancia, a rescatar estados de ánimo oscuros y pesimistas, pero que, a través de una instrumentación demasiado limpia y unas melodías tan rápidamente olvidables -donde las guitarras eléctricas de Peter únicamente se manifiestan en los solos-, nos llevan a adivinar fácilmente, sin posibilidad de yerro, los pueriles estribillos que vagan sin cesar por vuestro álbum, sumiéndonos en una apatía total, que desemboca, por todo sentimiento, en nuestra más completa indiferencia.
Por más que la banda se haya empecinado en mostrar diferentes texturas sonoras para las ‘intros’ de cada una de estas canciones, las mismas sucumben irremediablemente por falta de vuelo y -más que nada- de INTERÉS; y así, con esta actitud, R.E.M. nos presenta el trabajo menos enérgico de toda su carrera.
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Para rescatar de esta flatulencia onírica, están la triste pero efectiva balada “Leaving New York”, la ocurrente y semiligera “Aftermath”, y una rareza que desentona por varios kilómetros con el bostezo perenne de este disco: una extraña y magnífica combinación de acordes, toques de flamenco y órganos al estilo de los Zombies, llamada “High-speed train”.
Querer es poder…

(Sigo manteniendo mis ojos abiertos como Alex en el tratamiento “Ludovico”, de la película “La naranja mecánica”, so pena de caer nuevamente en los dominios de Morfeo.)

Todo lo demás en “Around the sun” es de una levedad alarmante, caso “Make it all ok”, una tonadita folk, tan amanerada y desprovista de peso específico, que hasta un tipo como Juanes podría acusarla de blanda; o “The ascent of man”, que incluye la interpretación más irritante de la historia de Stipe, sin olvidarnos de la absurda intervención del rapero Q-Tip en “The outsiders”, cuyos aportes pasan de castaño oscuro, conformando el relleno de canelones más fermentado de todo el Sur norteamericano.
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Todo esto nos brinda el veredicto más obvio: este álbum es una colección ecléctica y soporífera de lo más inconexo que se haya visto, siendo el ejemplo más claro la absoluta incompatibilidad entre las canciones "I wanted to be wrong" y "The worst joke ever", para mí, dos números que podrían haber cuajado mucho más como título de este sedante discográfico que aquel que se usó.
Meditemos acerca de este fracaso artístico, del porqué a la propia banda no le satisfizo el resultado obtenido, de la tapa, que refleja somnolencia, y del motivo por el cual el siguiente disco fue titulado acertadamente “Accelerate”.
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Síntesis: Si poseen este CD, y si son guardabarreras, o acaso manejan una grúa industrial, no se les ocurra llevarlo al trabajo.
Y ahora déjenme seguir durmiendo…
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Cuenta la leyenda que todo el staff reunido para el clip de "Electron blue" estaba en los brazos de Morfeo cuando se escucharon los primeros playbacks del tema. Se dice que fueron necesarios 260 litros de energizantes para activarlos a todos, y así poder filmar decorosamente esta apología del reposo colectivo.


OTROS EJEMPLARES DEL MISMO TENOR: no hay.
ANTIDOTO: "Automatic for the people" (1992).